Dibujos de Verena Rodorff, Valeria Gomes Sousa y Alessa Rodorff.


Los dibujos adjuntos a los poemas son de mis dos princesitas, mi hija y su pareja y mi nieta Alessa. 


Los poemas estan acompañados por dibujos de Verena, Valeria y Alessa. Verena empezo a dibujar de pequeña y por su trabajo estaba viviendo entre Brasil y Alemania, donde se conocieron ambas. 

La idea de dibujar para mis poemas fue creada e inspirada en una pasantía larga en Chile. Es el país que esta lejos de nosotras, pero al mismo tiempo cerca y marcado en nuestro corazón. Fueron momentos de búsqueda, de identificación al ser si, al ser hija mia, al ser sangre de un pasado dolorido, que esta siempre presente en mi y en nosotras. 

Valeria viene de Recife donde se conocieron, pero es de Campina Grande-PB, ella es una artista de Artesanía. Le gustan los colores y los presenta en botellas recicladas. Ella es otra hija para mi y empezó a dibujar para mis poemas, que me dan mucha alegría al verlos.

Alessa mi nieta estudia español en una escuela secundaria y le gusta mucho el arte. Ella está interesada en dibujar también en mis poemas.

 

 

 




La hija del amor

La hija del sol,

de la luna, de los astros.

La hija del silencio

que despierta sin aliento,

fascinada toda

en un jardín de flores.

 

La hija sola, inocente,

juega entre astros dormidos

sin hora ni tiempo.

Su destino se estremece

fascinada toda

entre ondas de calma.

 

La hija en poesía

que se desliza entre caminos,

alegre por los campos

del tiempo que vive.

 

La hija del amor

hermosa y sencilla,

que no está sola

sino rodeada  de sus luceros.

 

La hija que desaparece

en el silencio del día,

en dirección al lavado,

el reloj la busca

para recordarle su camino.

 

Su presencia en su pintura.

frente a mis ojos está,

alegría son sus cuadros,

que con sus ojos los guía,

dándole luz, vida y color.

 

La hija  tierna y bella,

que un primero de noviembre

llegó a este mundo de valses,

convirtiéndose en una princesa más.

Para mi corazón basta ella,

la más bella de todas las estrellas

en este jazmín del mundo.

 


 

 

Dos princesitas ríen de alegría

Dos princesitas se unen a la vida

en gozo y alegría infinita,

sonriendo y cantando

en un poema abierto.

 

El viento suave de invierno

las lleva en un viaje de dicha,

a la felicidad que no les falta

con júbilo y sonrisas de plata.

 

Dos princesitas juegan a ser reinas

danzando entre hermosos idiomas,

en un campo de bordadas flores

pintan de gozo la alborada.

 

El aire suave de la mañana

con nieve en sus pechos,

le regalan un cúmulo de besos

esa mañana esperada. 

 

Dos princesitas cantan de madrugada

entre jardines de miel

danzando y sonriendo al universo

con sus corazones unidos.

 


Viajan juntas en el tren

al zoológico encantado,

el viaje un motivo sin reglas

lo disfrutan ambas con gozo.

 

La nieta corre riendo

detrás de una paloma,

mientras los corderitos

y cabritas la rodean feliz.

 

Hermosa verla con sus manitos

dándole comida a esos animalitos,

sin miedo a lo inesperado

¡brillan sus ojitos de alegría!.

 

La nieta y su abuelita

son estrellas divinas,

viajando, riendo, cantando

a través del paraíso de los animales.

 

Tanto elefantes, jirafas y gorilas

sienten el donaire de la niña,

resplandeciente de alegría

lo muestra corriendo y riendo.                     

 

Un ratoncillo en el camino

se detiene y se hacen la venia,

recogiendo restos de su comida

le agradece el banquete.

 

La nieta y su abuelita siguen su camino

a divertirse dicen con placer,

el sol quiere bañarnos de calor

con ese aire de gran señor.

 

Y así concluyeron su paseo,

riéndose se despiden

del encantado paraíso.